18:48 El padre Adelir Antonio de Carli partió en su aventura en la mañana del domingo de la ciudad de Paranaguá (Brasil) luego de oficiar una misa
Río de Janeiro (Reuters) - Aeronaves y barcos intensificaron el martes la búsqueda de un sacerdote católico que se perdió en el mar cuando trataba de batir un récord de vuelo con un millar de globos de fiesta.
El padre Adelir Antonio de Carli, de 42 años, partió en su aventura en la mañana del domingo de la ciudad de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, luego de oficiar una misa.
"Creemos que todavía está vivo, hay muchas islas en la región", dijo por teléfono Joao dos Santos Junior, subcomandante del Cuerpo de Bomberos de Sao Francisco do Sul, en el vecino estado de Santa Catarina.
Según dos Santos, el perdido sacerdote habría derivado hacia las poblaciones costeras de Penha y Picarra, aún más al sur de Sao Francisco do Sul.
"La corriente (en el mar) está muy fuerte", agregó.
De Carli pretendía dirigirse hacia el oeste de Paraná, tierra adentro, y marcar un récord de permanencia en el aire sostenido por globos de fiesta multicolores inflados con helio, pero el viento lo alejó hacia el sur, mar adentro.
El sacerdote es responsable de la Pastoral de Carreteras en Paranaguá, que ayuda a los camioneros, y también quería recolectar fondos para sus obras.
El último contacto del padre con la pastoral fue a las 19.40 hora local (2240 GMT) del domingo, unas siete horas después de su partida, dijo Denise Gallas, coordinadora de la Pastoral de Carreteras de Paranaguá.
"Ya estaba sobre el mar", agregó.
Dos aeronaves del Ejército y la policía, así como varios barcos, intensificaron el martes la búsqueda de Carli, un aficionado de los vuelos con globos de fiesta, dijo el subcomandante de bomberos.
Efectivos de la marina, bomberos y pescadores participan de la tarea recorriendo la costa, donde se encontraron muchos globos, agregó.
Antes de su tentativa de quebrar el récord de 19 horas de permanencia en el aire con esa modalidad, que lo tiene un estadounidense -según Gallas-, el padre realizó una prueba en enero.
En esa oportunidad, partió de Ampére, en Paraná, y llegó a territorio argentino luego de 4 horas y 15 minutos de vuelo.
"El vio a un estadounidense que voló 19 horas cargado por globos, y como nuestro párroco es valiente, dijo que se podía estar más tiempo en el aire", comentó Gallas.
Cuando Carli inició su aventura, el cielo estaba cubierto y llovía, pero sostuvo que las nubes eran bajas y las atravesaría, agregó.
"El viento cambió y lo llevó hacia el mar", afirmó Gallas, agregando que el sacerdote estaba en una silla inflable y llevaba agua, barras de cereal y cápsulas energéticas.
"Es una persona muy determinada, con gran capacidad física y mental. Hizo un gran plan para el proyecto", agregó.
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